VENTANAS

Estas ventanas mías son un camino que cada uno de nosotros podemos seguir en nuestra vida. La mía empezó con muchas ventanas cerradas, marcos descoloridos por el sol y arruinados por los elementos. Ventanas que nadie había abierto durante años o que nadie había mantenido cerradas deliberadamente para protegerse de miradas indiscretas. Sólo encontré ventanas cerradas, tal vez porque "mis ventanas" también estaban trancadas y sólo cuando me di cuenta, siguiendo el camino, las ventanas comenzaron a abrirse. Al principio con miedo, con rejas delante de las ventanas y gruesas cortinas detrás, para ocultar celosamente algo que no queremos mostrar, que no queremos someter al juicio de los demás, de nosotros mismos tal como somos, porque dentro de nuestros hogares podemos mantenernos seguros. Pero estas ventanas impenetrables que miraba fijamente esperando una pequeña señal de vida en su interior, me hicieron asomarme con su reflejo al mundo que me rodeaba y al que estaba de espaldas, un cuadro maravilloso del que formaba parte. Y así continuó mi viaje, mis ventanas se abrieron cada vez más, fueron embellecidas con incrustaciones, adornos y flores o simplemente enriquecidas con humanidad. Mi viaje no ha terminado, sigo buscando ventanas abiertas para mirar hacia afuera y que me permitan mirar hacia adentro.